De galeantes, redondos y zareanos
Busco al narrador que pierde un pelo
como recuperando mi matriz.
No encuentro razón a las palabras del
68 o Amor 77.
¿Para
qué?
Si pudiera, hablaría con el autor pero
ya está muerto
me dice
nada que él diga lo que escribió.
Eso de que ellos son dos por error que la noche corrige me vuelve submarino. y
la subordinada me tiembla en la masmédula
de un soneto sin punto ni mayúscula.
¿Por qué?
Si el viento supiera que no es viento
cuando leemos viento hecho letra
Si las bombachitas rosas subieran
mástiles,
si
supieran de ese viento que la abuela añora
a
montañas de imágenes disímiles
la imaginación vuelve la penuria de
una llanura
y me inaugura la espera.
Escribimos poesías sobre libros y ojos
sobre
lágrimas que pierden loterías sobre la hora
de ser hechos de palabras que no
sabemos de qué tratan o no importa.