Bajo el cielo de los Incas…
Bajo el cielo de los Incas 4 damas crecen juntas, duermen juntas, aman juntas.
Todas ellas están unidas por el lazo de la elección: La de habernos escogido mutuamente como hermanas, hijas, compañeras, maestras y hasta piedras de redención.
Bajo el cielo de los Incas brillan los ojos de las 4 damas, cuando están despiertas, y brillan sus párpados cerrados cuando duermen y sueñan.
Bajo el cielo de los Incas se vive, se ama, se extraña y se piensa… En el cielo de los Yanomamis y de los Jirajaras que vieron nuestras primeras risas y nuestras primeras lágrimas.
Gran gratitud yo siento a la tierra bañada por el cielo de los Incas. Todo lo que nunca imaginé aquí ha tomado forma y es increíblemente hermoso. Jamás podría entender mi vida sin el azul, el gris o el blanco del cielo incaico.
Y en cuanto a las 4 damas, todas ellas triunfadoras en sus luchas y en sus batallas, bajo el cielo de Atahualpa es fácil ver su cara feliz y relajada sin olvidar nunca que detrás de ellas han habido caras tristes y un poco ajadas…