Demoniaca arte poética
No
dejés morir al poeta
él
lleva en su lengua la agonía de una ola
que no
ha nacido
lleva
a cuestas un pergamino infinito
y
ajado por los abismos
un llanto escocido en el sigilo de
una madre acallada
para la ausencia es necesaria la
espera
para la espera es necesario el
regreso
lleva
las guerras de una clepsidra sin arena
un
vino sembrado en las paredes
de un
infierno incomprendido
nadie
escucha el niño sin rostro que guarda
bajo
las cicatrices
y que
camina con los zapatos eternamente rotos
no
dejés callar al poeta y acompañalo a buscar
los
besos que duermen en los rincones
de su
casa sin puertas
quiere
amordazarse
quiere
irrigarte con sus lágrimas de petróleo
y
celebrar su boda pendiente con el fuego
porque
los pasos están malditos
sobrevivirle
a la noche
que
trae los duelos pentagramados
donde
suele ahorcarse
donde
suele renacer
cuando
lo persigue su sangrada historia
no
dejés morir al poeta
para
renacer deprisa por encima del Can Cerbero muerto
tal
vez Caronte se pause en el vientre
del
constelado amanecer
de la palabra.