La doncella de piedra
Dentro de una cueva perdida de la humanidad
Donde antaño era templo de sabiduría y civilización
Ahora marchitado por la mano de su creadora
Vive una Bella doncella
De piel suave como el más fino algodón
Blanca como la nieve
De una mirada tan hermosa
Que te petrifica el corazón
Al caer la fría noche llena de melancolía
La doncella se desliza entre las estatuas de piedra
De antiguos Guerreros que perecieron
Al su corazón querer robar
Entre sus delicadas manos
Su vientre lleno de vida se encuentra
Como un recuerdo pesado
Recuerdo de su profanación
Entre gotas de sal la bella doncella
En los brazos de Morfeo descansa
Esperando entre sueños
A aquel guerrero que será su redentor
Que con su escudo pulido como el espejo
Cegará a los torturadores de su pasado
Y con su espada de acero cortará sus recuerdos
La bella doncella suspira ignorante
Sin saber que sería el último suspiro que tendría
Pues su guerrero había llegado