La mosca
Un zumbido me despertó.
Es una mosca pequeña pero hace un ruido muy fuerte.
Tal vez me vio delicioso.
Tal vez sabe que ando medio muerto.
Enciendo mi lámpara
Y una sombra gigantesca ocupa la habitación.
Parece ir zigzagueando
Como dibujando pequeños infinitos.
Camina sobre mis libros y de inmediato se va.
Va a la cocina pero vuelve, descubrió que no hay nada
para comer.
Se posa al fin sobre una lata de cerveza medio vacía.
Y refriega sus patas.
Como alistándose para darse un festín
Entonces mi mente es ocupada por otra banalidad.
Por la noche y la lluvia.
Pero vuelvo de nuevo sobre la mosca.
Ya no hace ruido y su sombra desapareció.
Me acerco a mirar
La mosca está muerta.
En su sed cayo a la lata y se ahogó en cerveza.
Siento un extraño vacío.
En su honor destapo otra lata y bebo.
Y pienso…
Ojalá
mi muerte fuera así de gloriosa.
Apago mi lámpara y dejo el cadáver de la mosca a mi
lado.
Tengo que dormir.
Mañana debo ir a trabajar.