Me dejó unas cicatrices del tamaño de su ego.
Una tarde más en la que no me apetece escribir pero lo necesito.
Miro hacia la ventana y suspiro tu nombre llevándose parte de mi esencia con él.
Y después, escribo tu nombre para que el dolor disminuya.
Bajar la sobredosis que tengo de ti. No necesito calmarme. Tu pensamiento me excita.
Me estás matando por dentro. Dentro de mí y ausente.
Me quemas pensándote cerca como aquella tarde, aquella noche, en cualquier parte.
Tú saliste ganando, vencedor. Yo trofeo, aun temblando por el juego de tus manos en mi pelo. Y me quedé perdiendo.
Perdiéndote.
Nunca fuimos más que el deseo hecho instante.
Pero es que prefiero perder la cabeza en tu cuerpo, que perder las ganas de echarte de menos… y mirar por la ventana buscando tu recuerdo.
Genial
Felicidades
Muy bonito. :))
Muchísimas gracias a todos
Eres y es impresionante Rocío!
Me encanta!