No tan solo
No tan solo
-¡Imposible!-pensó, luego de sobresaltarse como jamás lo había hecho, y mirando en dirección a la puerta de entrada de su casa, que alguien acababa de golpear levemente desde el exterior-Me encargué personalmente de que…
A la vez que decía esto se encaminó hacia ahí. Abrió la puerta sin demora. Las calles se hallaban totalmente desiertas. Sin embargo, creyó escuchar unas risas lejanas.