Resistencia
Qué extraño volver a soñar despierto, sin poder cerrar los ojos mientras veo la sonrisa que se te pone cuando te rodeo fuerte entre mis brazos. Entre gestos de complicidad y las mejillas sonrojadas, esas que se te ponen cuando me pillas mirándote a escondidas.
Poder perderme entre los silencios y las canciones que no desisten de seguir sonando. Volver a sentir las ganas de tenerte toda la noche, que a ti no te hicieron para que te suelte, al menos por ahora que ninguno de los dos parece querer irse. Como si fuésemos prisioneros esta noche y tuviéramos que estar aislados y en cuarentena, que se noten las ganas de hacer resistencia y no movernos de aquí.
Que por primera vez no tengo prisa. Me gusta beber a sorbos, saborear tus labios entre besos de buenas noches y sonrisas de buenos días al abrir los ojos por la mañana. Hacer resistencia en la cama hasta que sea demasiado tarde y tengas que quedarte. Así cualquiera empieza bien el día.
Miradas que son arte, entre sonrisas casi furtivas y besos cuando nadie nos ve. Silencios que se funden con todo lo que no queremos callar, con todo lo que no podemos decir. Pincelando un lienzo lleno de matices y colores que no dejan de brillar.
