El árbol tímido
Había una vez un árbol que se movía poco, siempre permanecía en
silencio. Él pensaba que sus amigos se reirían de su voz ronca y sus torpes
movimientos. Un día vino corriendo, corriendo un ventarrón que hizo samaquear a
todo el bosque. Sus compañeros árboles movieron sus ramas y gruñían. Él se resistía a moverse y
pronunciar sonidos. Dado que el alboroto iba en aumento, no le quedó más
remedio que moverse. Se movió tan fuerte que espantó al ventarrón..
Los
otros árboles rieron a carcajadas y agradecieron al compañero tímido, con
alegres soplidos.
A partir de
ahora, cuando el viento se acelera con fuerza, bambolea sus ramas. Y al
sentirse sofocado, baila y sonríe al sol. Así, el árbol tímido despidió a la timidez para siempre. Hoy se acepta y
expresa lo que siente con calma y valentía.