Fatídica Libertad
Tarde o temprano llega ese momento donde nada tiene sentido y se pierde el valor de las cosas, el futuro se vuelve un amargo presente y un triste fin, la historia de una vida se acaba, triste y eufórica cita a ciegas que todos esperamos y nadie quiere tener, la que llega al momento en que la fuerza se acaba, las esperanzas se desvanecen y la vida nos abandona poco a poco, sin sentido, sin piedad, la cruel realidad es que no importa si se fue feliz, si se sufrió, si aún quedan ganas de continuar, o si te rendiste hace mucho tiempo atrás, está cita, que nos hace recordar los eventos sucedidos, durante los penosos o gloriosos años en donde no hubo otro rumbo o sentido que seguir adelante, porque ya no se podía dar marcha atrás, ya sentado en la mesa con mi cruel amante, en una cita la cual no deseamos que termine nunca, es el momento en el que valoramos los buenos y malos momentos que hemos vividos, agradecemos por todas esas personas que conocimos y mucho más por las que conocimos mas no debimos conocer, es en ese momento en donde se ve con una mirada de odio y pasividad, a aquella que tanto temimos y hoy solo deseamos en nuestros brazos recibir, tan pasivamente como el abrazo de una madre a su hijo recién nacido; pero a su vez con todo el rencor y el odio que se puede acumular durante la vida.
Es esta fatídica amante, la que nos recuerda que estamos aquí solo de paso y que nada es eterno, es la que nos marca el momento de poder llamarnos sabios, pues ya no podremos aprender más, que injusta amante, como todas las ya pasadas es una triste realidad la cual causara daño, más la afrontamos como una sublime mentira, irracional al pensamiento claro y acertado, que nos hace meditar, es solo cuando robamos un beso a esta amante tentadora que nos desvanecemos del mundo y encontramos una libertad in finita o la simple ilusión de la misma, es esa dama vestida con una seda negra como el ébano y la noche más obscura juntas, que en su interior se ve un destello blanco como una estrella demostrando la pureza de su ser, arrastrando una misión aborrecida por la humanidad, es ella nuestra mayor fobia, es ella nuestro mayor deseo, es ella mi prisión, es ella nuestra libertad.
Aprendiz De Erudito
04/05/2014